Reflexiones, Teoría y Cultura de Diseño

03 noviembre 2004

Clase del 9 de noviembre

La clase de este martes la realizaremos en la sala de concejo, en el primer piso y espero que vayan todos... más los invitados que quieran sumarse para discutir acerca del tema:

"El valor del diseño y su precio"
Sala de concejo
Dieciocho 390, 1er piso
Martes 9 de noviembre
11.15 a 13.30

Para estudiar: fragmento de la obra de Guí Bonsiepe "Del objeto a la interfase" facilitados por el profesor Hugo Valdivia.

Teoría. Punto ciego del diseño

Temas
• Teoría y práctica del diseño
• Caracterización del diseño
• Caracterización de la teoría
• Legitimación de la teoría

"La actividad práctica es un momento teórico irreductible, ninguna práctica tiene lugar sin que ésta sea un ejemplo presupuesto de alguna teoría más o menos poderosa".

La teoría del diseño y la práctica del diseño
La relación entre la teoría y la práctica del diseño es un asunto espinoso que generalmente provoca reacciones viscerales negativas, en cuanto aparece la temática de la teoría en la agenda de los diseñadores en actividad. La teoría y la práctica son considerados como opuestos. Por lo tanto, uno podría sentirse inclinado a reemplazar la palabra "y" por la palabra "o', ya se trate de la teoría o de la práctica, considerándolas actividades mutuamente excluyentes. Pero tanto la teoría como la práctica no se hallan separadas en áreas autocontenidas así como lo proclama el sentido común. La práctica que no se considere influenciada por la teoría sufre de un craso error de percepción. La teoría se infiltra en la práctica, aunque, por lo general, imperceptiblemente.
Es sólo últimamente que el diseño se ha convertido en un tema que hace reflexionar tanto a los filósofos como a los científicos. Debido a razones aún no explicadas, ellos no centraron su atención en uno de los fenómenos principales de la modernidad: la temática del diseño, comprendida aquí. como haciendo hincapié en el sentido del proyecto: 'Entwurf' (creación) Herbeit A. Simón publicó, tan tempranamente como a fines de 1960. su obra fundamental acerca de la teoría del diseño, posicionando al diseño dentro de una teoría general de los artefactos.2
Él fijó los estándares para las deliberaciones sobre la teoría del diseño desde un punto de vista científico y, por lo tanto, preciso los acercamientos desde otros mundos del discurso encuentran más dificultades, sobre todo aquellos que desean acceder al área del diseño dentro de las categorías de la historia del arte.

La caracterización del diseño
Pidiendo prestado un concepto de las ciencias computacionales, denomino a esta área 'interfase'. Interpreto al diseño como un diseño de interfases. diseño que está ubicado en un área en la cual la interacción entre usuarios y artefactos (objetos) está estructurada, tanto con objetos de implementación física bajo la forma de productos, como con objetos semióticos bajo la forma de signos. Se supone que cada artefacto de implementación física también posee una faceta semiótica, pero, no obstante, el valor instrumental es el núcleo para la acción efectiva. La interfase es la preocupación troncal de las actividades del diseño. Considero totalmente obsoleto el venerable pensamiento de considerar a los diseñadores como generadores de formas. En el área de los nuevos medios podemos observar sobre todo un cambio que se refiere a la preocupación por la forma reemplazándola por la preocupación por la estructura. Los diseñadores estructuran así los espacios de acción para los usuarios mediante sus intervenciones en los universos de la materialidad y la semiótica.

1 - Cayatn Olakravorty. Spivak. The ftst Colonial Cfitíc: Interviews. Strategies. Dialogues, (ed.). Routge: Nueva Londres. Sareh Harasym. 1990. pág. 2.2. H. A.. Simón.: The Sdendes of the Artificial. MT Press. Cambridge. 1981 (23. ed.l.

La caracterización de la teoría
La teoría, considerada como comportamiento contemplativo, convierte al objeto contemplado en precisamente eso: un objeto. En la teoría puede apreciarse una característica algo "voyeurista". Walter Benjamín dijo acerca de la polémica, que trata tan amorosamente un objeto como los caníbales preparan a un bebé; esto también es cierto para la teoría "objetivante": consume vorazmente al diseño actual. El discurso teórico es también un discurso de poder, un discurso de la apropiación, por lo tanto, la teoría se encuentra constantemente atrapada en la compulsión de legitimarse. Surge de la dualidad de la contemplación y la acción.
La teoría presupone la materialidad de aquello sobre lo que está teorizando. Por lo tanto, la práctica tiene inicialmente prioridad sobre la teoría. En otras palabras, la teoría pareciera dar la impresión primera de llegar siempre demasiado tarde.Pero esta impresión es traicionera, ya que la teoría afecta toda práctica del diseño. No existe práctica de diseño que no contenga componentes teóricos. Identificar estos 'ingredientes' no es tarea fácil.
Es obvio que la teoría y la práctica son diferentes. Mal interpretaríamos a ambas si las tratáramos de equiparar. Las teorías no son aplicables a la práctica y la práctica no es la aplicación de una teoría. La relación entre estos dos campos es más compleja y hace prohibitiva su mutua instrumentalización. La teoría necesita evitar el peligro de la abstracción y debe dirigirse hacia los deleznables niveles inferiores de la práctica. La práctica a su vez, no debe de aislarse en su contingencia ni en su unidimensionalidad. Y es precisamente la acción, que con obstinación insiste en la práctica, y solamente en la práctica, la que se instala con un nivel imperial sucumbiendo ante ciegas opiniones. Esto es muy cierto, sobre todo cuando la práctica se "sonroja' al meramente oír la palabra teoría.
Todo aquel que le "ladre" a la teoría de un modo inconsciente, sucumbe ante ella. Cualquiera que piense que la teoría es una ocupación del tiempo libre para el privativo discernimiento de cualquier pertinencia para la práctica se aparta hacia tos desvíos de la historia con el cartel de "Sin futuro". Si se postula que la teoría debería ser simple, se facilita el "abordaje" de prejuicios populistas. La teoría está tan diferenciada como la práctica sobre la cual se refleja. Como bien se sabe ésta es una temática decididamente compleja. Si no lo fuere, entonces la teoría seria latamente innecesaria.

La legitimación de la teoría
¿Por qué necesitamos de la teoría, sobre todo de la teoría del diseño? ¿Para qué sirve la teoría? ¿Por qué no liberar a la práctica de todas las consideraciones teóricas? ¿Necesita la práctica una teoría específica para ella sola? ¿Qué es lo que uno aspira obtener de ella (y qué es a lo que uno no debería aspirar)? ¿Qué criterios existen para decidir la importancia de la teoría?
No podemos esperar respuestas unánimes a estas preguntas. Sin embargo, existe por lo menos un sólido argumento en favor de la teoría del diseño. No importa cuánto dude el diseño acerca del significado y propósito de la teoría. Toda práctica está implantada en un mundo del discurso, un área de las diferenciaciones lingüísticas que forman una parte indispensable de la práctica, aunque sean muchos los que reprimen o niegan el hecho. Los mundos del discurso varían en términos de grado de diferenciación y de exactitud. Las cosas no son buenas cuando de diseño se trata. Comparado con otros campos, el discurso del diseño no sobresale por la diferenciación ni por la exactitud.
Puede decirse que la teoría consiste en un área en la cual se realizan distinciones que contribuyen a que la práctica tenga una comprensión reflexiva de sí misma, en otras palabras, puede ayudar a que se vea la practica como un tema problemático. Pongámoslo dentro de la cascara de una nuez: la teoría transforma en explícito aquello que ya está implícito en la practica como teoría. A esto se debe que la teoría sea tediosa, ya que se atreve a cuestionar asuntos aparentemente resueltos.
Tomás Maldonado introdujo en su libro recientemente publicado Che cos'é un intellettuale una sutil distinción entre lo que es pensiero operante (pensamiento operativo) y pensiero discorrente (pensamiento crítico). Basándonos en esta distinción, podríamos manifestar la siguiente interpretación: la práctica del diseño, como pensiero operante, está enraizada en el área de la producción social y de la comunicación. La teoría del diseño, como pensiero discorrente, como pensamiento controvertido, como pensamiento crítico, está enraizada en el área del discurso social, y por ende en última instancia, en el de la política. Aquí, la pregunta es: ¿En qué tipo de sociedad desean vivir los miembros de aquella sociedad? Déjenme recalcar que este concepto tan enfático acerca de la política en la teoría del diseño no tiene nada que ver con las nociones de la política profesional ni con la política partidaria.

3 Tomás Maldonado. Che cos'é un inteflettuale.FefUineni. Milán. 1997. Existe versión castetena: Qué es un intelectual. Paidos. Buenos Aires. 1998