Reflexiones, Teoría y Cultura de Diseño

19 junio 2006

Sueños Compartidos: Cuba Y Los Estados Unidos Cruzan La Brecha Digital

Un proyecto del Centro para el diseño de cruces culturales del AIGA y Prográfica, miembro asociado de Icograda en Cuba, será expuesto en la Semana de Diseño Icograda en Seattle.
Diseñadores norteamericanos y cubanos fueron seleccionados para colaborar usando los lenguajes del diseño visual y la tecnología digital.
La apertura de la Semana de Diseño será el 13 de julio en el Gould Court de la Universidad de Washington y la muestra estará abierta desde el 1º al 16 de julio.

02 junio 2006

Intuitivo, aleatorio y creativo ¿sistematizable?

Casi reflexión de café...

Una frase de mi amigo Luis Ahumada me quedó dando vueltas, así que la parafraseo para quienes caen en estas casillas:

"el problema de apostar por la genialidad es que es un bien escaso"
. No cuesta estar de acuerdo con esta declaración, Einstein o Picasso, Charlie Parker o Mozart, Morris o Starck o Lennon y McCartney son nombres que se nombran admirativamente y normalmente se enumeran con los dedos de pies y manos, no con planillas excel. Sin relación con aquella pero lejanamente corroborativa recordé una de Borges que decía algo así como que a cualquiera (o a todos) nos era dada la suerte de "una o dos veces en la vida" alcanzar lo genial.

Lo que me quedó dando vueltas es que si bien lo genial suele ser excepcional, no sistemático ni mucho menos predecible, goza de prestigio social y provoca aspiraciones y admiraciones indudables. Esta aceptación colectiva de lo genial, en el mundo de los diseñadores, quizás nos ha hecho más daño que beneficio.

Quizás porque en ausencia de una metodología convincente, transversal y abarcadora apostar por el gesto, por la huella personal y confiar en la intuición resulta más cómodo y se ajusta mejor a la aspiración artística de muchos de nosotros.

Una pregunta que ha inquietado a muchos expertos en educación, management e innovación es si acaso es posible provocar, estimular o proyectar la genialidad. Pues de conseguirse, de existir el secreto núcleo para ello, sólo bastaría perseguir las condiciones, los ingredientes necesarios y los actores apropiados para conseguir una ventaja competitiva, o si se quiere, las ideas y acciones necesarias para tomar las decisiones de diseño necesarias para el “éxito”.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que lo genial, al seguir siendo excepcional, aun se nos escapa de las manos y que el riesgo de apostar a ella sin contrapeso, puede convertirse en nuestro lastre.

Solamente pensemos en la cantidad de veces que confiados en nuestra apuesta, en nuestro olfato, nuestros diseños fueron metamorfoseados, frankensteineados o ramplonamente rechazados contra nuestras previsiones y expectativas.

Esta dimensión que tiene que ver con el modo en que hacemos nuestros diseños, confiados en la musa, el genio, la intuición pura me parece que requiere de unas acciones previas, de un método creativo que no puede ignorar que finalmente el diseño es un diálogo, un “multílogo” en que tallamos muchos implicados, no tan sólo el gesto creativo individual o la intuición aislada de uno solo por muy talentoso que este sea.